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Omar David Nieto Puentes, un hombre de 24 años, sin características especiales que lo convierten en alguien diferente dentro de la sociedad. Nació un día de Abril en el año 92 en Bogotá, específicamente en el barrio Vista Hermosa ubicado en Ciudad Bolívar. Su actitud seria y los chistes entre sus palabras cortantes, acerca de la realidad colombiana, aluden al cuento que hace mucho decidió narrar desde el Rap. Sin embargo, ya no sería llamado David Nieto, sino “Oudy Beat”.
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Oudy Beat, es fundador del grupo “Suburbio Mental” y productor musical. Su primera experiencia con el Hip-Hop fue en el colegio Marco Fidel Suarez a los 12 años, donde conoció el breakin’. Tiempo después el breakin´ sería la primera influencia para escuchar las canciones “ñeras” de rap que su mamá tanto le reprochaba. En el parquecito, jugando fútbol, es como formó su parche. En el que los temas acerca del abuso policial y las temáticas sociales serían el contenido de letras sin ningún sentido. A sus 12 años también se le juntó una de las problemáticas más fuertes de los barrios populares. Las drogas y los problemas que se vivían en su barrio. Un año en Ciudad Bolívar, doce años en el Tunal y actualmente, Bosa El Porvenir.
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“El doctor” era como se hacía llamar a los 12 años. Lo que comenzó de niño como una rebeldía, se convirtió en amor y respeto hacia el trabajo. El trabajo de hacer rap. En el que no existe un plan B o un plan C, puesto a que el Rap constituye uno de los pilares de su vida, aunque no sea su principal labor. “Ser rapero en Colombia, no es imposible pero sí es difícil puesto a que no es sustentable económicamente. Ni tampoco existe una industria constituida”, es lo que afirma Oudy, entre sus intentos por dar motivos por los que no se dedica exclusivamente al rap. A lo que agrega, “No puedo aportar en lo social, luego de realizar un taller de TICS a raperos en la Candelaria en el año 2014. Considero que no tengo un título social”.
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Oudy siempre tuvo interés por la historia, sin embargo siempre le gustaron más las matemáticas. Por lo que luego de salir del colegio, a sus 15 años decidió estudiar la carrera tecnológica Desarrollo de Software, en la Cooperativa. Aunque sus intereses abren puerta a los social y ha dado como resultados las letras escritas, junto con sus dos compañeros, “Abaanto” y “Guardian” las canciones: “La Lucha Continua”, “Revolución con palabras”, “Entre sueños y rejas”, “Aprendí”, “Tu fantasma” y su próximo sencillo “Clase Obrera”, es un hombre práctico, sencillo, sin cuestionamientos, que está con el Estado sin estarlo, donde reconoce el valor de la educación y el conocimiento hacia los derechos de los ciudadanos.
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Su día a día se ve envuelto entre el rap y su trabajo en la Aeronáutica Civil, en el que detrás de su traje que utiliza de su rutina, se esconde el sentimiento por su música. Con el paso del tiempo, ha conformado un discurso político, social y económico entorno a las situaciones que vivió desde muy joven. “Las situaciones que te fortalecen como persona”, dice Oudy. No es el ombligo del mundo, no es un hombre egoísta. “El que estés encorbatado (Con su corbata puesta), no quiere decir que no puedas hacer nada”. Aportes son los que le sobran para el resto del mundo, para aquellos amigos que quedaron en medio de la indigencia y en lo que podría ser la equidad social.
Por otro lado, Oudy Beat trabaja los lunes y viernes en “Contravía”, un colectivo juvenil que tiene que ver con la objeción de conciencia, la formación política y talleres de estampar. Aquí se realizan procesos sociales, en su mayoría en los colegios distritales, en conjunto con el Estado. No es un tema exclusivo a su agrupación Suburbio Mental, pero sí a la labor en Bogotá y otras ciudades en las que se encuentran otros jóvenes interesados en el progreso.
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En cuestiones de la paz y la guerra, es decir, del conflicto armado en Colombia. Oudy entra en su papel de revolucionario. “El rap, no es de pobrecitos como piensa la gente”. El rap pertenece a la revolución hacia lo político. Con argumentos y con denuncias hacia el estado, a través de las palabras. “No habrá paz”, es lo que dice Oudy, en el que reconoce que el gobierno les vende una imagen a los colombianos, en el que si se cumplen los procesos de paz todo estará bien. Pero, ¿Qué hay de aquellos que no tienen para comer un día? ¿Acaso la desmovilización garantizará la tranquilidad en los barrios populares? La guerra no esta tan lejos de la cotidianidad bogotana, los índices que realizan desde la Policía Metropolitana de Bogotá y las noticias de las 6 de la mañana son una muestra de la violencia. Tan solo un poco de la violencia, que se vive en Bogotá. Inseguridad, micro tráfico, atracos, violencia, son una de las tantas características que pertenecen a las problemáticas del Distrito. “Desde los barrios se está realizando una lucha. La guerra no va acabar. La revolución juvenil nunca va acabar porque existirán otros conceptos por los cual luchar”.
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Los fusiles son el centro del conflicto armado, que luego de 56 años, aún se vive en Colombia. Las alternativas a la construcción de paz o aportes hacia el diálogo, la información, la revolución y la educación son uno de los logros del rap. “La educación es un concepto para generar paz”, afirma Oudy. “Nosotros hacemos rap porque queremos. Tratamos de llegar hasta otro público”.
David Nieto, se considera desde muy pequeño cansón. No hizo parte de una tradición familiar. Más bien con el paso del tiempo entre las canciones que escuchaba en la radio, se apropió de él. “Me aburre que la gente confunda la pobreza con la ignorancia”, es la manera en que lo expresa Oudy. Siempre quiso transmitir a través de la música, y de esa manera lo ha logrado hasta hoy.
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Entre sus últimas presentaciones durante el desarrollo de este mes, estuvieron presentes el 10 de mayo en los Premios Subterránica 2016 junto con otros grupos de rap, que han obtenido reconocimiento en Colombia. Luego del desarrollo de este evento, Oudy Beat con el nombre de Suburbio Mental estará el 3 de junio en Rio Bamba, Ecuador y el próximo 4 Junio, en Quito, Ecuador en el Festival Uniendo Hemisferios.
A todas estas letras que inspiran a la lucha y que empiezan del cambio personal, nacieron para transmitir lo que piensan. Una pequeña reunión, una serie de beats (pistas de las canciones de rap), las risas, un bolígrafo y un papel durante 4 horas son el contenido de una canción de más de 2 minutos en el que se escucha la revolución, la clase obrera, la pobreza, la vida, la guerra, la tierra son el centro de un buen rap, un rap con contenido. Sencillamente es Suburbio Mental. Suburbio que nace de las vivencias. Mental que es la representación y la conciencia.
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